La historia del cine coreano 1900-1950, desde sus orígenes bajo dominación japonesa hasta el final de la guerra de separación.
La historia del cine coreano osciló entre períodos de crecimiento y estancamiento hasta la llegada de la democracia en 1988, y a fines de la década del 90 comenzó a vivir una etapa de crecimiento a nivel artístico y comercial de la mano de grandes directores que llevaron al cine coreano a ocupar el cuarto lugar dentro de la industria del cine mundial.
El cine llegó a Corea en 1910, el mismo año que la península fue anexada al territorio japonés mediante el Tratado de Japón y Corea. La ocupación se prolongó 35 años hasta la rendición japonesa en la Segunda Guerra Mundial
Los primeros films de la historia del cine coreano
La industria del cine coreano se desarrolló durante el período colonial bajo un fuerte control del gobierno japonés. En 1910 se abren las primeras salas que proyectaban fundamentalmente films extranjeros que venían de Europa y Estados Unidos y durante las tres primeras décadas del siglo XX las películas japonesas fueron las que predominaron en las salas de exhibición del país.
Los primeros films de origen coreano comenzaron a aparecer hacia 1920 y se vieron influenciados por la estética del cine japonés y su uso del lenguaje fílmico. Las proyecciones al igual que sucedía en Japón eran narradas por un ‘byeonsa’ (en Japón se los llamó benshis) que explicaban las escenas y los diálogos de los personajes para facilitar la comprensión del espectador.
Los kino-dramas: combinación de teatro y cine
La película Righteous Revenge (Justa venganza), dirigida por Kim Do-san (que también interpretó al personaje principal Song-san), marca el nacimiento del cine coreano, el film se estrenó en el Teatro Dansungsa en el centro de Seúl, y contó con una gran asistencia de público. La película tomó la forma de un cine-drama, una mezcla de obra de teatro y película, los actores representaban escenas en el escenario para el público, y aquellas que no podían representarse con accesorios se mostraban a través de películas, como los escenarios o lugares al aire libre. El argumento de Righteous Revenge sigue al protagonista Song-san mientras se enfrenta a su madrastra y sus cómplices que buscan quedarse con la herencia de su padre.
Incipiente desarrollo de una industria controlada por Japón
Alrededor de 1923, en Corea surgieron las primeras productoras cinematográficas, las cuales, en su mayoría, producían melodramas influenciados por el género japonés shinpa (nueva escuela) originario del teatro, que narraba historias más modernas y realistas que el teatro clásico (Kabuki).
Uno de los primeros films de esta época fue Chunhyangjeon (1923), cuya historia estaba inspirada en la leyenda de Chunhyangga contada en un tradicional pansori, una forma de canto narrativo transmitido de manera oral de gneración en generación de la que no se conoce su autor, que relataba una historia de amor que trasciendía las clases sociales jerárquicas de la época de Joseon (nombre de Corea entre 1392 y 1897 durante el gobierno de la dinastía Joseon), que tuvo posteriormente nuevas adaptaciones cinematográficas en distintos períodos de la historia del cine Sur coreano.
Arirang (1926) el film emblema del movimiento independentista coreano
En 1926 se estrenó Arirang, uno de las películas más importantes de la histoeia del cine coreano, dirigida y protagonizada por el actor Na Woon-gyu, que fue una de las películas más importantes del cine producido en Corea durante la ocupación japonesa. El film narraba la historia de Yeong-jin, un estudiante que se vuelve mentalmente inestable tras ser encarcelado y torturado por su afiliación política y su participación en la protesta del 1° de marzo de 1919 en contra de la ocupación japonesa y mata al hijo de un rico terrateniente vinculado a la policía japonesa. El título está tomado de una canción popular, que se convertiría en una especie de himno para el movimiento independentista coreano.
La película, admirada por sus cualidades estéticas y su mensaje antiocupación se convirtió en una inspiración para una ola de jóvenes cineastas que esperaban hacer películas basadas en principios de realismo y resistencia al poder japonés. Fue una de las primeras obras que criticó la ocupación japonesa, pero no trataba abiertamente un tema político, escondía mensajes ocultos o bien en el diálogo, o que se podían apreciar a través de los ‘byeonsa’. Su director, que actuó también en más de 30 films, es considerado una de las figuras más importantes del cine coreano del período, y realizó una docena de películas en las cuales trataba el tema de la invasión japonesa. La cinta se considera perdida durante la Guerra de Corea por lo cual sólo se cuenta con referencias escritas en la época para poder dar cuenta de su argumento y sus cualidades artísticas.
La historia del cine coreano bajo el control japonés: censura y aumento de control del gobierno
A finales de la década de 1930, se crearon en Joseon estudios de gran escala como Chosun Film Co. y Koryo Film Association de Lee Chang-yong, lo que dio comienzo a una incipiente industria cinematográfica. A partir de la década del 30 aumentaron las producciones cinematográficas y se endurecieron los controles del gobierno japonés y las medidas de censura que se imponían para permitir las proyecciones de ciertos films. Se cortaron fragmentos de las películas que pudieran expresar ideas en contra de la ocupación o favorecer el nacionalismo y se prohibió la distribución de ciertas películas que se creía inspiraban a la rebelión contra el imperio.
En 1935 se estrenó la primera película sonora realizada en Corea, una nueva versión de la leyenda de Chunhyangjeon, dirigida por Lee Myeong-woo. Con la llegada del sonido al cine en 1935 los japoneses incrementaron las medidas para imponer su idioma y restringir aún más el idioma local, dando prioridad para estrenarse a films japoneses o hablados en japonés. En 1942, se endurecieron aún más las restricciones al cine coreano y se prohibió la producción y la distribución de películas habladas en el idioma local. Durante este período el gobierno japonés utilizó al cine como medio de propaganda militar propiciando la producción de films pro japoneses.
El cine como medio de propaganda de la ocupación japonesa
El escuadrón suicida de la torre de vigilancia (Bōrō no kesshitai, Tadashi Imai, 1943) y Juramento por amor (Ai to chikai, 1945) son dos de los films de propaganda japonesa más emblemáticos de la historia del cine coreano producidos durante la ocupación.
El escuadrón suicida contó en su reparto con la actriz japonesa Setsuko Hara que trabajó con directores japoneses como Yasujiro Ozu, Akira Kurosawa y Mikio Naruse. La historia de la película está ambientada en 1935, y trata sobre un escuadrón de policía formado por japoneses y coreanos que controla la frontera entre Manchuria y Corea al servicio del imperio japonés para evitar que un grupo de bandidos saqueen la aldea.
Ganarse el apoyo de la audiencia: la función del cine de propaganda
El film muestra como coreanos y japoneses se unen para proteger a la población frente al peligro externo, y presenta a los soldados japoneses como protectores de la población y no sólo como opresores: “los encargados de la Oficina de Información nipona pensaban que debían “entrenar” a las audiencias y ser amigables con ellas para provocar su colaboración. Con esto en mente, crearon películas que trataban la solidaridad entre japoneses y personas de los territorios bajo su dominio, además del heroísmo de todo el “pueblo” del Imperio más allá de sus diferencias étnicas. Para reforzarlo, utilizaban estrellas locales (mayormente coreanas y chinas…) mientras pudieran hablar la lengua imperial.” 1
Juramento por amor es otro de los films emblemáticos de este período, fue dirigida en conjunto por el japonés Tadashi Imai y el director coreano Choi In-kyu, quien figuró bajo el nombre japonés Sai Tō. El film trata acerca de un niño huérfano coreano que es adoptado por un matrimonio japonés y vive en una comunidad japonesa donde es tratado con amabilidad por sus habitantes. Poco después de comenzar la guerra el joven conoce a la familia de un piloto kamikaze y decide convertirse él mismo en un soldado japonés y dar la vida por el imperio.
Estas dos películas fueron proyectos conjuntos entre Tōhō Film en Japón, donde trabajaba Imai, y Korean Motion Picture Production Corporation, la única productora cinematográfica en la Corea colonial (y la empresa en la que todas las productoras cinematográficas coreanas habían sido absorbidas durante la guerra ). Leer más
La historia del cine coreano después de la ocupación: en busca de una identidad propia
El fin de la ocupación japonesa no significó la recuperación de la plena soberanía coreana. Al terminar la Segunda Guerra Mundial Corea fue ocupada por Estados Unidos y la URSS y se establecieron dos naciones coreanas divididas por una frontera en el paralelo 38, la línea de latitud que atraviesa la península. Corea del Norte pasó a ser un estado socialista bajo el mando de Kim Il-sung (apoyado por la URSS), y Corea del Sur, un estado capitalista liderado por Syngman Rhee y respaldado por Estados Unidos, que desarrollaría una gran industria cinematográfica a partir de los años 60.
Finalizada la ocupación japonesa el cine de Corea del Sur comenzó a forjar una identidad propia, con la rendición de Japón en 1945 y la posterior liberación de Corea, la libertad se convirtió en el tema predominante a finales de los años 40 y principios de los 50. Viva la libertad! conocida en inglés como Hurrah for freedoom! (Jayumanse, 1946) es una de las películas más significativas de esta época, que se destaca por representar el movimiento de independencia de Corea, un canto al patriotismo con fuertes sentimientos antijaponeses que tuvo un gran éxito comercial al momento de su estreno. La trama tiene como protagonista a Han jung (Jeon Chang-geun), quien tras ser arrestado y encarcelado por su participación en el movimiento independentista contra el gobierno japonés, logra escapar y se esconde en la casa de una enfermera de un hospital universitario mientras la organización clandestina de la que es parte se prepara para lanzar un levantamiento armado.
Choi Eun-hee: una de las actrices más destacadas de la historia del cine coreano
Otro de los films más destacados de este período de la historia del cine coreano fue Nuevo juramento (Saelo-un maengseo), dirigido por Shin Gyeon Shun y con guión de Park Nam-ok, quien tras dirigir su pirmer y único film The Widow (1955), fue considerada la primera directora de cine coreana. La historia de la película Nuevo juramento gira en torno a tres jóvenes que fueron obligados a alistarse por los japoneses y al regresar a su pueblo pesquero natal después de la liberación unen fuerzas con las muchachas del pueblo para superar la injusticia y las malas costumbres y reconstruir el devastado pueblo pesquero. El film fue el debut como actriz de Choi Eun-hee, considerada una de las estrellas más importantes del cine coreano de fines de los años 40 y 50, quien junto a su esposo, el director y productor surcoreano Shin Sang-ok, que realizó más de 70 films a lo largo de su carrera, se vio envuelta en un controvertido episodio entre los años 1978 y 1986, período en el cual ambos afirmaron haber sido secuestrados por el gobierno de Corea del Norte y obligados a hacer cine de propaganda hasta que pudieron escapar y volver a Corea del Sur. Sin embargo la policía no pudo hallar pruebas de que hubiese existido el secuestro y la veracidad de sus declaraciones nunca pudo ser comprobada fehacientemente.
En 1949, se estrenó el primer largometraje en color de la historia dle cine coreano titulado Diario de mujer dirigido por Hong Seong-ki, cuya historia tiene como protagonista a una joven que tras enterarse que el hombre del que está enamorada está casado, decide olvidarse de él y dedicarse al servicio social construyendo una escuela infantil.
La guerra de Corea 1945-1953: un período sombrío para la historia del cine coreano
El 25 de junio de 1950, un ataque sorpresa de Corea del Norte contra Corea del Sur provocó una guerra que enfrentó a comunistas y capitalistas por el control de la península de Corea. La guerra de Corea, que transcurrió entre 1950 y 1953, dejó millones de muertos y una división permanente entre Corea del Norte y Corea del Sur. Al final de la guerra de Corea (1950-1953) se firmó un acuerdo de armisticio pero no un tratado definitivo de paz y la nación coreana siguió dividida en dos Estados política y económicamente antagónicos.
Durante la Guerra de Corea, gran parte de la infraestructura cinematográfica del país fue destruida (sólo han sobrevivido 5 films de este perído) y el centro de la industria se trasladó temporalmente a la ciudad de Busan, domde muchos cineastas se involucraron en la filmación de noticieros y documentales de guerra.
Tras el acuerdo de armisticio de 1953, el presidente Rhee Syngman para reactivar la industria declaró que el cine estaba exento de impuestos. En 1955 el director Lee Kyu-hwan realizó una nueva versión del famoso pansori de Chunhyangjeon que fue la primera película cinemascope en color de lo quen ya entonces sería el cine de Corea del Sur, con la cual comenzó el auge de la producción cinematográfica del país después de la Guerra de Corea. Las medidas adoptadas por el gobierno en este perído para fomentar la industria y los programas de ayuda exterior que proporcionaron tecnología y equipos cinematográficos, preparon el escenario para el renacimiento de la cinematografía del país en los años cincuenta y sesenta y lo que se conocería como la primera era dorada de la historia del cine surcoreano a partir del estreno del film La criada (1960) dirigido por Kim Ki-young.